Es una técnica de sanación ancestral y de reequilibrado energético. El terapeuta coloca sus manos en diferentes partes del cuerpo del paciente.
La energía fluye por las manos de manera sencilla, armoniosa, produciendo un flujo natural por todo el cuerpo. Rompiendo con los bloqueos creados por las formas pensamiento, stress y tensiones.
Armonizando así los diferentes chakras, o vértices energéticos, así como a los meridianos de acupuntura.
Revitalizando cuerpo, alma y mente. Reconectándonos con nuestra verdadera esencia, en paz y armonía. En un estado de profunda relajación.
Como acelerador de procesos, ayuda en la consolidación de fracturas, quemaduras o cicatrices. Estimulando así los procesos autocurativos y regenerativos de nuestro cuerpo-organismo.
Como energizante que es, nos apoya en procesos de agotamiento físico o mental. Cargándonos las pilas y vitalizando todo nuestro ser.
En caso de enfermedad, REIKI es un apoyo importante y efectivo a los tratamientos médicos
